Había pasado el fin de semana toda excitada, tratando de imaginar que pasaria el lunes, en mi cabeza no paraban de pasar ideas e imagenes de lo vivido y lo que estaba por venir, yo solita me estaba poniendo como agua para chocolate.
Llego el tan anhelado lunes, me vesti con el uniforme de l a escuela, y sali corriendo ya que se me habia hecho algo tarde, ni siquiera me espere a tomar algo del desayuno que habia preparado mi mama. Sali corriendo hacia la parada y poder tomar el pesero que me lleva hacia la escuela, un poco antes de llegar a la parada, se me cerro una camioneta que de inmediato reconoci. Ruben al volante, y Aureliano en la parte trasera, quien abrio la ventana y me ordeno subir. Una vez arriba me vendo los ojos, y me dijo que tenia prohibido quitarme la venda, asi estuve durante unos 10 minutos que fue cuando senti que el carro paro, me hicieron bajar de el y desnudarme, no sabia ni donde estaba solo sentia el aire recorrer mi piel, lo cual me causo que me estremeciera toda, que se me pusiera la piel de gallina, que mis pezones se endurecieran en un instante, solo lograba escuchar el ruido de los carros al pasar, uno que otro tocaba la bocina.completamente desnuda, me subieron de nuevo al carro, y siguio la espera.
Despues de unos 20 minutos, que para mi fueron una eternidad, volvi a sentir como se paraba el carrome volvieron a bajar, sintiendo de nuevo el aire recorrer mi cuerpo desnudo, esta vez no se escuchaba ningun ruido, me puso en las manos el vestido y los zapatos, y me ordeno vestirme. Fue una tarea algo compleja, ya que con los ojos vendados no podia saber como ponerme el vestido, recibi la ayuda de Aureliano y Ruben, no sin recibir 10 nalgadas y 10 bofetadas. Al terminar de vestirme, senti como rodearon mi cuello con una cadena, y escuche el cerrar de un candado, nuevamente un escalofrio recorrio mi cuerpo, tiraron de la cadena, produciendo un jalon a mi cuello que me hizo reaccionar, y comence a caminar, tratando de no tropezarme, despues de unos 50 metros caminando, llegamos a una casa, a la cual me hicieron entrar en 4 patas, al entrar comence a escuchar voces, aplausos, chiflidos, sin saber que pasaba, comence a ponerme muy nerviosaintente pararme pero solo hice que la situacion se complicara, me pusieron unas esposas en las muñecas. Con miedo y toda nerviosa, permanecia quieta, sin moverme cuando un grito me hizo saltar del susto. - Presentate perra. - Grito Aureliano, yo no sabia ni que decir, una bofetada me hizo estremecer y me quebro, comenzaron a salir unas lagrimas mojando el vendaje de mis ojos, cuando otro grito me hizo saltar de nuevo del susto - Nombre! - Grito Aureliano.
- Cecilia Chavez - Respondi con voz temblorosa y entrecortada.
- Edad - Volvio a preguntar Aureliano
-14 años - Respondi, de inmediato comenzaron bastantes murmullos. Una tremenda bofetada recibi al momento de contestar - 14 años que perra? - me dijo Aureliano.
-14 años Señor Aureliano- respondi
Todo mundo comenzo a reirse y fue cuando Aureliano comenzo a hablar - Colegas, sean bienvenidos a esta su casa. Como se les hizo saber en la invitación, el día de hoy se hará una subasta... - El cuerpo se me congelo, una descarga de energia comenzo a recorrer todo mi cuerpo, provocando que mi piel se erizara, desde los pies hasta la cabeza, mis pezones endurecidos, comenzando a dolerme, mi panochita, comenzaba a empaparse...
- En este momento, esta perra sera llevada al sotano, donde sera usada por primera vez. - Fue cuando senti un nuevo tiron a mi cadena, caminamos unos pasos, y me cargaron como bulto, bajaron unos escalones, me bajaron, esposaron mis manos a la espalda, y ataron mi collar a un poste, quitaron el vendaje de mis ojos. En lo que mis ojos se acostumbraban a la luz, el sotano quedo vacio. Me sorprendi al ver todo lo que habia en ese lugar. En ese momento no conocia todo el material ni herramientas que habia, pero ahora puedo decirles que habia una cruz, un potro, un cepo, una camilla de ginecologo, una jaula, un armario (que tiempo despues me entere lo que contenia) y una cama. Sin duda un espacio amplio.
Paso un buen tiempo, de pronto comienzo a escuchar pasos bajando por las escaleras, aparece Aureliano, diciendome al oido - Mas te vale no hacerme quedar mal, por que lo lamentaras bastante - Recuerdo estas palabras, por que hasta la fecha me hacen eco en mi cabeza... Me quito el vestido dejándome solo en tacones, me llevo a la cama, y ato mis manos a la cabecera, mis pies a cada extremo de la piecera. Así, abierta, ofrecida, comenzó a decirme lo placentero que le resultara verme perder lo virgen.
Se escucharon de nuevo los pasos, alguien se acercaba, mi Amo me dio un beso en la frente y deseándome lo mejor, se despidió....